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La Soledad del Poema

Plataforma Bogotá - Laboratorio
Fecha de realización: 
Sat 7 Sep 13 to Sat 5 Oct 13
Horario: 
9:00 am a 1:00 pm
Lugar: 
Plataforma Bogotá. Calle 10 # 4-28
Descripción: 

InuauguraciónViernes 6 de septiembre  a las 7:30 pm

Converse con Manuel Hernández

En esta obra se indaga la clausura del retorno o regreso a la utopía de un mundo que se adivina en las miradas de personas fotografiadas en la inocencia y naiveté de su momento y circunstancia y la permanencia de una Europa que se agota y a la vez se reproduce por sus monumentos y festejos. Su soledad y mi soledad (la de quien sea). Una banda sonora de reproducción precaria con un casete de Ummagumma de Pink Floyd, hará ver ese despojo permanente de la “fiebre de archivo” (Derrida), constitutiva de la huella que se prosigue a sí misma y a la que, sin embargo, se le añaden y añaden nuevas ilusiones de presentación: un monomotor acelerando para volar y una mosca persiguiendo un micrófono y un ser humano que desciende las escaleras y persigue a la mosca con lo que parece ser un periódico enrollado. Es como una celebración de tal impotencia con un material que rebasa la autobiografía y se inscribe en la angustia entre la Utopía y la Elegía como formas de la melancolía. Es un diálogo entre pantallas donde el poema es tratado como un archivo más en su angustia y su exposición.

Manuel Hernández, estudiante de un colegio regentado por padres Agustinos, siempre le parecieron útiles "las confesiones". En la vida universitaria se dejó seducir por bibliotecas, la de Daniel Samper Ortega en un altillo, la de Von Hildebrand, teólogo, en el mismo lugar y la de cultura general de los jesuitas. Luego comenzó a comprar libros y a ser beneficiario de suscripciones. Revista Eco, revista Humboldt, etc. se sorprendió escribiendo poesía tras un descalabro amoroso. Y comenzó a escribir sin cesar poesía y prosa. Sus libros están en bibliotecas pero más que todo escondidos en parajes de vidas hermosas y alumnados brillantes y en diáspora. Ha tenido amigos pintores y diseñadores y tertulias inacabadas en ciudades de tierra caliente. Terminó enseñando humanidades, literatura, sociología en la universidad de los altillos. Ha vivido en distintas partes del mundo pero cuida un árbol, un río y una familia compuesta por una hija y sus hijas, en Bogotá. Tras regresar de Europa en 2010 traía el poema Regreso a la Ciudad Perdida, entre la computadora. Era respuesta a otro poema La Ciudad Perdida de 25 años atrás.

Muestra realizada con la asistencia de Lucía Bautista.