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Becas de Arte, Ciencia y Tecnología 2023
Anexos
PLANO LABORATORIO
RIDER TÉCNICO
La poética de los errores: laboratorio de interfaces de fotografía experimental para smartphones

La Poética de los errores abre su convocatoria a profesionales, estudiantes y entusiastas de la fotografía, el arte, el diseño, la arquitectura y otras disciplinas afines y a cualquier persona que esté interesada en explorar e investigar en la intersección entre arte, ciencia y tecnología.
En un momento histórico en el que la fotografía digital parece haber domesticado el azar y la imperfección, el Desguazadero Colectivo propone abrazar el error como potencia creativa. Así emerge La poética de los errores, un laboratorio de fotografía experimental para smartphones que invita a repensar la imagen desde la falla, la imperfección y el accidente.
Este laboratorio, que se realizará en Plataforma Bogotá, es ganador de la beca Plataforma Bogotá en Arte, Ciencia y Tecnología - 2024 e invita a formular laboratorios experimentales en la convergencia entre arte, ciencia y tecnología. Este espacio está dirigido a neófitos, entusiastas y profesionales de la fotografía sin importar su nivel de experiencia. La propuesta es construir dispositivos experimentales que se puedan acoplar y articular a los teléfonos celulares, permitiendo a los participantes modificar la forma en que capturan imágenes, y explorar efectos ópticos inspirados en la fotografía de gran formato.
Plano 3D Cámara híbrida, El Desguazadero Colectivo, 2024.
“El laboratorio es una invitación a trabajar con esa cámara digital que todos tenemos hoy a la mano, en el bolsillo, y de la que a veces no somos muy conscientes: el celular”, explica María Fernanda Mora del Río, artista plástica, investigadora y una de las fundadoras de El Desguazadero Colectivo. “La invitación tiene que ver con crear interfaces o dispositivos adaptables a los smartphones para jugar con la noción de fuelle y hablar de distancias, acercando procesos analógicos a los digitales. Es trabajar una versión híbrida de lo análogo y lo digital”.
Durante varias sesiones, que se realizarán en Plataforma Bogotá los miércoles y viernes de 4 a 6 p.m., entre el 11 de junio y el 1 de agosto de 2025, los participantes podran diseñar y construir sus propios dispositivos —como un fuelle adaptable para smartphones— utilizando materiales reciclados y técnicas manuales. El proceso incluye tanto la reflexión conceptual sobre la historia y el sentido del error en la fotografía, como la experimentación práctica con lentes, distorsiones y técnicas ópticas alternativas.
Proceso de construcción de cámara híbrida, El Desguazadero Colectivo, 2016.
El error como motor creativo
Este laboratorio no busca la imagen perfecta. Por el contrario, reivindica el error como fuente de descubrimiento y belleza. “Ese es el lineamiento principal del laboratorio”, afirma Mora del Río. “Si algo hemos aprendido en estos años, especialmente Juan José, que tiene mucha más experiencia con los aparatos y las máquinas, es que cada vez que nos sentamos a hacer algo, el aprendizaje está basado en un montón de errores para llegar a un proceso. Puede parecer algo mínimo y sencillo, o la gente puede preguntarse para qué, pero creemos firmemente que en ese error hay muchas cosas valiosas”.
Juan José López, artista plástico y electrónico, y cofundador del colectivo, agrega: “Lo fallido es simplemente la evidencia de una exploración, y la falla es una oportunidad para aprender. Por eso se incentiva a fallar, porque aquí no hay miedo de fallar”.
En un mundo donde los dispositivos digitales corrigen automáticamente la exposición, el enfoque y hasta el encuadre, el laboratorio busca devolver a la fotografía su dimensión impredecible. “Todo está hecho para tomar las fotografías de cierta manera: si es de noche, el celular ajusta el ISO, acomoda la situación, tiene estabilizador de imagen, y se han perdido esos errores fortuitos que eran muy ricos en la historia de la fotografía”, reflexiona Mora del Río. “Este tipo de dispositivos acercan más a lo que uno no puede controlar, pero sí puede jugar con otros caprichos y entender que en el error hay mucha belleza”.
Desarmar, hackear y reapropiarse de la tecnología
El Desguazadero Colectivo, fundado en 2015, ha hecho de la experimentación técnica y la cultura “do it yourself” su sello distintivo. “La verdad, este laboratorio se origina en la génesis del colectivo, que es preguntarse por las máquinas, por los aparatos”, cuenta López. “Hicimos un primer laboratorio en Plataforma Bogotá en 2016, que se llamaba ‘Máquinas Hechizas’. Allí desarmábamos muchas máquinas descartadas y buscábamos la potencia dentro de los componentes, desglosábamos las máquinas y las entendíamos para después reutilizarlas. Los asistentes construyeron cosas que de ninguna otra manera podrían haber tenido, solo construyéndolas”.
Adaptación de lente a cámara de lente fijo, El Desguazadero, 2017.
Esta aproximación, que mezcla arte, ciencia y reciclaje tecnológico, se traduce en una invitación a hackear la cámara del celular, a intervenirla con lentes reciclados, materiales reutilizados y dispositivos hechos a mano. “Es revelar el dispositivo fotográfico otra vez, porque sigue siendo una cámara oscura, solo que ahora es tan pequeña que ya no se ve”, dice López y agrega: “Es poner afuera lo que ya tiene adentro, hacerlo más grande para poder manipularlo, modificarlo y entenderlo mejor”.
Un laboratorio abierto y colaborativo
El laboratorio está abierto a estudiantes, artistas, aficionados, profesionales y curiosos de cualquier disciplina. “Nos interesa saber la motivación y por qué quieren participar, y cuáles han sido sus acercamientos a la imagen fotográfica”, explica Mora del Río. “Queremos ver si más allá del interés por la fotografía, hay disposición a algo disruptivo, porque esto puede serlo para alguien muy purista. Aquí no vamos a hacer imágenes perfectas ni elaboradas, sino lo contrario”.
Serie Talleres y artesanos, El Desguazadero Colectivo, 2017.
La metodología fomenta el trabajo colectivo, la experimentación y la observación. Los participantes ensamblarán y adaptarán sus propios dispositivos, explorarán técnicas de fotografía análoga - digital, y compartirán los hallazgos de sus procesos y errores en un ambiente de diálogo - experimentación. “Es un lugar donde se permite fallar, no hay problema”, dice López. “Ahí es cuando uno aprende, embarrándola”.
El acompañamiento de los laboratoristas es clave: “Vamos a estar acompañando y solucionando inquietudes. Esperamos que al final las personas queden con grandes inquietudes sobre la imagen, que alguien siga trabajando con estas cosas. En ‘Máquinas Hechizas’ varias personas quedaron con inquietudes y llevaron esos proyectos a otros lados, eso fue muy chévere”, recuerda Mora del Río.
Laboratorio Máquinas Hechizas, El Desguazadero Colectivo, Plataforma Bogotá 2016
Ciencia, arte y tecnología: una intersección fértil
La poética de los errores no solo es un laboratorio de fotografía, sino un espacio de cruce entre arte, ciencia y tecnología. Las sesiones incluyen visitas al Museo Ricardo Rueda González de Historia de la Medicina, donde los participantes podrán explorar archivos de microfotografía y reflexionar sobre la representación del cuerpo y el error en la imagen científica. “La foto es hija de la física, de la química, pero también de las artes visuales”, señala Mora del Río.
El laboratorio también recupera prácticas históricas y experimentales, como la fotografía estenopeica y la intervención de cámaras con escáneres reciclados. “Una razón por la que hicimos cámaras con escáner es que también es una recuperación de una práctica muy linda”, cuenta López. “Muchos años después, nos encontramos en el momento en que todos los escáneres estaban siendo botados a la basura y había mucho potencial en esos objetos descartados, que tienen miles de horas de desarrollo y diseño”.
Cámara panorámica híbrida. El Desguazadero Colectivo, 2016.
Al final del laboratorio, los participantes podrán presentar sus dispositivos y series fotográficas en una muestra colectiva, en la que el error será celebrado como parte integral del proceso. “En términos de la muestra de resultados, pensándolo desde el método científico, los errores hacen parte de lo que se va a mostrar. No es una exhibición de arte culminado, sino una muestra de resultados, y si estos resultados incluyen errores, pues maravilloso”, concluye Mora del Río.
Para el Desguazadero Colectivo, el error no es un obstáculo, sino una invitación a mirar de nuevo, a experimentar y a reinventar la fotografía desde la incertidumbre y la curiosidad.
Las inscripciones para el laboratorio estarán abiertas hasta el 2 de junio de 2025 y podrán realizarse a través del portal de invitaciones culturales.