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Becas de Arte, Ciencia y Tecnología 2023
Anexos
PLANO LABORATORIO
RIDER TÉCNICO
MUESTRA LA SOLEDAD DEL POEMA - Manuel Hernández
Pertenece a:
- Muestra
La Fundación Gilberto Alzate Avendaño y su proyecto Plataforma Bogotá presentarón del pasado 6 de septiembre al 5 de octubre de 2013, en la sede del Laboratorio Interactivo de Arte, Ciencia y Tecnología de la FUGA (calle 10 # 4-28), la muestra artística La soledad del poema del poeta de la generación sin nombre Manuel Hernández.
La soledad del poema es una instalación que asemeja el cuarto de estudio de Hernández, en donde se incluyen sus libros predilectos, una proyección de su último poema y la grabación que hizo en su iPod de su última visita al Museo del Louvre en París.
La obra indaga tanto en la soledad del poeta como en la de las personas que retrata, así como en la permanencia de una Europa que se agota y a la vez se reproduce por sus monumentos y festejos.
La muestra, además, incluye una banda sonora de reproducción precaria con un casete de “Ummagumma” de Pink Floyd demostrando ese despojo permanente de la “fiebre de archivo” de la que hablaba Derrida, constituida por la huella que se prosigue a sí misma y a la que, sin embargo, se le añaden nuevas ilusiones de presentación tales como una mosca persiguiendo un micrófono y un ser humano que desciende las escaleras y persigue a la mosca con lo que parece ser un periódico enrollado.
Por otro lado, la obra es una celebración de tal impotencia que su material rebasa la autobiografía y se inscribe en la angustia entre la utopía y la elegía como formas de la melancolía. Es un diálogo entre pantallas donde el poema es tratado como un archivo en su angustia y su exposición.
Manuel Hernández
El poeta Manuel Hernández es reconocido por ser miembro de la generación sin nombre. Comenzó a escribir poesía después de un descalabro amoroso. Ha tenido amigos pintores y diseñadores y tertulias inacabadas en ciudades de tierra caliente. Enseñó humanidades, literatura, sociología en la “universidad de los altillos”. Ha vivido en distintas partes del mundo pero cuida un árbol, un río y una familia en Bogotá. Tras regresar de Europa en 2010 traía el poema “Regreso a la ciudad perdida” entre la computadora. Era respuesta a otro poema “La ciudad perdida” de 25 años atrás.